En el mismo terreno, donde se produjo el fin de semana un deslizamiento del material desalojado hacia el río Pindo Grande, la alcaldesa subrogante, María Susana Coloma, y el concejal, Rilo Bayas, hicieron una inspección de campo. Verificaron por sí mismos lo que pasó y su real magnitud, estableciéndose que fue algo fortuito, producto de las lluvias caídas el pasado sábado, hecho que no quita responsabilidades al consorcio constructor, Avenida G.S., conforme lo explicaron.
Con la presencia de un técnico del Ministerio del Ambiente se conoció que, de su parte, se prepara un informe sobre esta contingencia, pero se coincidió en que era urgente realizar trabajos de remediación. Coloma de manera enfática dio 24 horas para hacer esa tarea y para ello dijo que deben utilizarse los medios técnicos que tengan a disposición para que en ese plazo cumpla lo dispuesto. Aclaró, de manera reiterada, que se establecerán las medidas que el marco legal lo estipule para llamar la atención o sancionar a los constructores, a quienes conminó a desarrollar su trabajo con absoluta responsabilidad, evitando al máximo nuevos imprevistos que puedan generar malestar a la ciudadanía y afectar a la naturaleza.
Tanto Coloma como Bayas enfatizaron que harán un trabajo de monitoreo y fiscalización permanente a este proyecto vial para exigir que se lo ejecute dentro de los parámetros técnicos y ambientales establecidos.